¿Cómo es un depósito GLP para un coche?
Los depósitos de gas licuado de petróleo (GLP) para coches son un elemento fundamental para la instalación de un sistema GLP en vehículos, su elección es clave puesto que de su tamaño y ubicación dependerá la autonomía del vehículo y el espacio disponible en el maletero.
Estos depósitos son normalmente de hierro, un material resistente que garantiza la seguridad del sistema, y cuentan con certificado de homologación europea que asegura que cumplen con los estándares de seguridad establecidos en la Unión Europea.
Sin embargo, uno de los inconvenientes de su instalación es que se pierde el espacio de la rueda de repuesto, ya que habitualmente se ubican en el mismo lugar, limitando el espacio disponible para otros usos.
A pesar de ello, cada vez son más los usuarios que optan por esta alternativa debido a su mayor eficiencia y al ahorro económico que supone respecto a otros combustibles.
Es fundamental que cualquier instalación de este tipo sea realizada por un profesional certificado para garantizar su correcto funcionamiento y evitar posibles riesgos.
Al final, los depósitos de GLP ofrecen una vuelta al futuro de la movilidad, en un momento en que se prima la eficiencia, la economía y la sostenibilidad.
Tipos de depósitos de GLP
Existen principalmente tres tipos de depósitos de Gas Licuado de Petróleo (GLP) que se utilizan comúnmente para almacenar y distribuir este tipo de combustible.
En primer lugar, encontramos el depósito toroidal interno, que se sitúa en el interior del vehículo, normalmente en el hueco de la rueda de repuesto. Este tipo de depósito es muy ventajoso ya que permite aprovechar el espacio de manera óptima sin interferir en la capacidad de carga del vehículo.
El volumen de estos tanques puede variar entre 37 litros brutos y 86 litros brutos.
En segundo lugar, está el depósito toroidal externo, que por el contrario se ubica en el exterior del vehículo, normalmente bajo el chasis. Aunque este tipo de depósito puede afectar a la altura del vehículo, tiene la ventaja de no ocupar espacio en el maletero. Además, suele ser más fácil de instalar y de acceder para realizar labores de mantenimiento o reemplazo.
Por último, el depósito cilíndrico es otro tipo común de depósito de GLP que se utiliza en vehículos y también en aplicaciones industriales o domésticas. Su principal ventaja es la versatilidad, ya que se puede instalar tanto en posición horizontal como vertical, dependiendo del espacio disponible.
Estos son depósitos que poseen una capacidad de almacenamiento que varía desde los 70 litros brutos hasta los 100 litros brutos.
En resumen, los diferentes tipos de depósitos de GLP permiten que este combustible se adapte a las necesidades y limitaciones específicas de cada vehículo o instalación, maximizando la eficiencia y minimizando el impacto en el espacio de carga o en la altura del vehículo.
Para un depósito de mayor volumen puedes contactar en nuestro formulario de atención al cliente donde te informaremos con todo detalles de los diferentes depósitos en stock y posibilidades para tu vehículo