Instalaciones GLP

El gas licuado de petróleo (GLP), también conocido como Autogas, es actualmente y desde hace varios años, el combustible alternativo más utilizado en todo el mundo: en Europa a día de hoy circulan más de 15 millones de vehículos coches de GLP, cifrándose en 150.000 en España.

Los países con más vehículos que funcionan con GLP son: Italia, Polonia, Corea del Sur, Turquía y Australia.

“Polonia es el mercado de GLP más exitoso de Europa. En 2012, había 2,500,000 automóviles usando instalaciones de GLP.

Italia es uno de los primeros países del mundo en introducir GLP en Europa en 1950. Con más de 1,000,000 de autos, Italia es el segundo mercado más grande de GLP en la Unión Europea. Desde 2008, General Motors ha vendido 2 tercios de automóviles equipados con instalaciones de GLP en la fábrica “.

Fuente: www.en.wikipedia.org/wiki/Autogas

En Rumania, entre 20,000 y 25,000 instalaciones de GLP se instalan anualmente, según estimaciones, alrededor de 400,000 automóviles funcionan con GLP.

Los automóviles de GLP pueden encontrarse en los concesionarios: hay varias marcas de coches (Fiat, Citroën, Dacia Renault, Opel, Subaru,  Skoda, Toyota, Volvo…) que ofrecen variantes de GLP en sus gamas que ya vienen adaptadas por el fabricante. Estos automóviles se caracterizan por combinar dos tanques de combustible: uno convencional (gasolina) y otro de gas licuado de petróleo. El propulsor, por tanto, pasa a ser bifuel y está preparado para funcionar con ambos combustibles.:

La mentalidad de que la instalación de GLP provoca un desgaste prematuro del motor es totalmente errónea. Los estudios han demostrado que el GLP protege el motor más que la gasolina debido a la combustión casi completa (99% versus 86% de gasolina) y las emisiones reducidas en un 40-50% en comparación con el motor de gasolina.

La instalación de GLP tiene sistemas de protección contra impactos estrictamente verificados y aprobados internacionalmente, siendo mucho más seguros que la gasolina.

Por lo tanto, el deposito de GLP está hecho de acero especial, tratado contra grietas en caso de accidente, siendo 20 veces más resistente que los tanques de gasolina. Estos depositos de GLP evitan el llenado a más del 80% de la capacidad, proporcionando un colchón de aire para la expansión del gas.